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 La historia de la Tierra se ha dividido tradicionalmente en Eras y Periodos, principalmente. Durante la Era Azoica se forma la Tierra, se desprenden grandes nubes cargadas con vapor de agua, que descargan agua líquida al enfriarse, se inicia el ciclo del agua, se forma el caldo primigenio y se produce la evolución bioquímica. Esto sucede entre hace unos 5000 millones de años (m.a.) ya unos 3000 m.a. No se subdivide en periodos (si así fuera, constituiría un solo periodo llamado también Azoico). Modernamente, se utiliza una nomenclatura basada en el Eón (unidad de tiempo equivalente a 1000 m.a.). El Eón Hadeano dura desde hace 4500 m.a. (datación comprobada de las rocas más antiguas que se han hallado en el planeta Tierra) a 3500 m.a., correspondiendo a la Era Azoica. 



 La Era Arqueozoica dura desde hace unos 3000 m.a. hasta unos 600 m.a. y se subdivide en los periodos Arcaico y Algoquino (o Algonquino). En el Arcaico, desde hace unos 3000 m.a hasta unos 1200 m.a., aparecen las primeras células procariotas, es decir, los primeros seres vivos (archaeas y bacterias) y también los primeros virus. Algunas bacterias practican la fotosíntesis clorofílica oxigénica y su actividad convierte la atmósfera reductora que había en una atmósfera oxidante, favoreciendo la evolución de los organismos aerobios. También se produce la síntesis fotoquímica de compuestos orgánicos. Algunos organismos procariotas comienzan a replegar membrana celular alrededor del genóforo y aparecen las primitivas células urcariotas. El periodo Arcaico corresponde al Eón Arcaico (se ha mantenido el nombre) y se hace durar desde hace 3500 m.a. hasta 2500 m.a. En el Algoquino, desde hace unos 1200 m.a. a unos 600 m.a., las células urcariotas se simbiotizan con procariotas aerobios (mitocondrias) y algunas también con procariotas fotosintetizadores (cloroplastos) y evolucionan los organismos unicelulares eucariotas. Algunos no poseen cloroplastos y se desplazan (o desplazan el agua circundante) para conseguir activamente materia orgánica (protozoos), otros consiguen su sustento gracias a la fotosíntesis y no precisan movimiento (protofitos, aunque algunas formas unicelulares son fotoheterótrofas: cuando no hay energía lumínica disponible, consumen activamente materia orgánica) y aún otros consumen tan solo los restos de los anteriores, practicando la saprotrofia (protofungi). El Eón Proterozoico abarca de hace unos 2500 a unos 500 m.a. (con lo que resulta un eón de unos 2000 m.a. y la definición de eón pasa a ser la de un periodo de tiempo de extensa duración [Sin embargo, se podría subsanar definiendo un Eón Proterozoico Superior y un Eón Proterozoico Inferior]). Hacia finales de esta Era aparecen los primeros organismos pluricelulares, que irradian evolutivamente durante el periodo Cámbrico.



 Como ya se ha dicho, durante el periodo Arcaico (hace unos 3500 - 3000 m.a. a 2500 - 1200 m.a., según se utilice la nomenclatura basada en eras o en eones) evolucionan los organismos procariotas en el medio marino. Colonizan las aguas continentales corrientes (también gracias al ciclo del agua), las aguas continentales estancas (ciclo del agua y "plumas" aéreas) y el medio terrestre (biota intersticial). Aunque en tierra firme aún no hay materia orgánica para descomponer ni seres vivos más complejos que parasitar, los elementos y compuestos químicos se oxidan con mayor rapidez. Sin embargo, precisan agua para ser turgentes y catalizar reacciones bioquímicas, de lo contrario entran en estado de criptobiosis (así como protistas). [Aunque el grupo de los procariotas se divide entre archaeas y eubacterias, a partir de aquí, se referirá a bacterias en general, para dar mayor agilidad al texto.]

La energía del Sol cataliza la reacción de fotosíntesis. Las cianobacterias practican la fotosíntesis clorofílica oxigénica, la cual, a partir de 6 moléculas de agua + 6 moléculas de dióxido de carbono, produce una molécula de glucosa y desprende 6 moléculas de oxígeno (algunas cianobacterias son Nostoc communis, N. flagelliforme, Oscillatoria, Rivularia mesenterica, Anabaena, Spirulina, Synechococcus, Cyanobacterium, etc,...). Las cianobacterias se situan en la zona fótica de los ambientes acuáticos (son gramnegativas). Las metilotrofas y las metanotrofas se situan por debajo de las anteriores y oxidan materia orgánica sencilla con radicales metil (también carboxíl y alcohol) o metano y excretan dióxido de carbono (sustrato para las cianobacterias), ión carbonato o ión hidrógeno carbonato. Si aumenta la alcalinidad, el carbonato puede unirse al calcio y producir carbonato de calcio (como calcita o como aragonito). Si además se une a magnesio, se produce dolomita. También 2 moles de hidrógeno carbonato + 1 mol de calcio proporcionan  un mol de bicarbonato de calcio (algunas bacterias metilotrofas son Methylobacter, Methylococcus, Methylomonas, etc,...).


 
Cianobacteria Synechocystis sp.

  En los límites de la zona fótica se sitúan las bacterias rojas sulfurosas y no-sulfurosas. Éstas practican una fotosíntesis clorofílica anoxigénica, la cual puede tomar ácido sulfhídrico (de origen químico o de bacterias sulfatorreductoras) o materia orgánica sencilla (ión hidrógeno carbonato, metanol, etc,..), según se trate de sulfurosas o no-sulfurosas, como fuente de poder reductor y dióxido de carbono para dar glucosa y sulfato (o azufre) o agua. Ejemplos de bacterias rojas sulfurosas son Chromatium, Thiocapsa, Allochromatium,... Algunas bacterias rojas no-sulfurosas son Rhodomicrobium balnieri, Rhodopseudomonas viridis, Rhodobacter,... Por debajo se sitúan las bacterias verdes sulfurosas y no-sulfurosas (las rojas precisan más energía que las verdes) y practican el mismo tipo de fotosíntesis clorofílica anoxigénica. Un ejemplo de bacteria verde sulfurosa es Chlorobium. Una bacteria verde no-sulfurosa es Chloroflexus. También puede haber heliobacterias, de fotosíntesis clorofílica anoxigénica ligada a la materia orgánica (Heliobacterium chlorum, Heliobacillus mobilis, Heliophilum,...). Existen ciertas archaeas, denominadas tradicionalmente halobacterias, que realizan una fotosíntesis no-clorofílica y que actúa captando protones de su medio (lagunas hipersalinas) cuando no hay disponibilidad de oxígeno, gracias a un pigmento llamado bacteriorrodopsina, de color rosado, mediante la cual consigue energía (ATP) de soporte (son fotoheterótrofas y un ejemplo es Halobacterium halobium). Existen procariotas termófilos, es decir que habitan ambientes con elevada temperatura. Esto hace suponer las características adaptativas de los primeros seres unicelulares procariotas, que surgieron a principios del periodo Arcaico.

En la región afótica o anóxica, las bacterias sulfurosas incoloras extraen energía del ácido sulfhídrico, oxidándolo hasta sulfato. Algunas usan iones de manganeso hierro, excretando sulfuro de manganeso o sulfuro de hierro. Éste último precipita como disulfuro de hierro, es decir, pirita. Ejemplos de bacterias sulfurosas incoloras son Thiobacillus ferrooxidans, T. denitrificans, Thiomargarita namibiensis, Sulfolobus,... El sulfato en disolución acuosa puede unirse a un ión de calcio y a dos moléculas de agua, precipitando yeso, o a un ión de calcio, precipitando anhidrita, o a un ión de bario, precipitando baritina, o a dos iones de hidrógeno, produciendo ácido sulfúrico. Los iones de hierro y manganeso en disolución acuosa, se pueden combinar para producir óxidos de hierro, como la hematita (2 átomos de hierro y 3 de oxígeno) y la magnetita (3 átomos de hierro y 4 de oxígeno), y de manganeso. 
 


Thiomargarita namibiensis es una bacteria incolora del azufre que puede llegar a medir 0.75 mm, siendo el procariota más grande conocido en la actualidad, pudiéndose llegar a ver a simple vista. La imagen muestra dos células contiguas y las pequeñas esferas amarillentas son acúmulos de azufre de reserva.

 Sobre los sedimentos hay bacterias fermentadoras aerobias (a menudo microfílicas) o anaerobias, que fermentan materia orgánica y excretan ácidos orgánicos (materia orgánica sencilla) y dióxido de carbono. En la fermentación alcohólica, a partir de una molécula de glucosa, se obtienen dos de etanol y una de dióxido carbónico (Zymomonas mobilis, Erwinia amylovora, Sarcina ventriculi, Clostridium saccharolyticum, C. thermosaccharolyticum,...). El etanol se puede oxidar (respiración aerobia) para producir ácido acético (Acetobacter aceti, A. xylinum, Gluconobacter,...). Sin embargo, en la fermentación acética, a partir de una molécula de glucosa, se obtienen tres de acetato (Acetobacterium woodii, Clostridium aceticum, C. formicoaceticum,...). La fermentación fórmica presenta dos modalidades: una fermentación ácido-mixta, en la que una molécula de glucosa produce etanol, acetato y ácido metanoico (que se escinde en dióxido carbónico e hidrógeno gas; ejemplos: Escherichia coli, Salmonella, Shigella,...), y una fermentación butanodiólica, en la que una molécula de glucosa produce etanol, 2-eno-2,3-butanodiol, lactato y ácido metanoico (Enterobacter aerogenes, Erwinia, Serratia, Klebsiella,...). En la fermentación propiónico-succínica, a partir del ácido láctico, se obtiene ácido propiónico, ácido acético y ácido carbónico (Propionibacterium propionicum, P. acnes, Clostridium propionicum, Megasphaera, Velionella,...).



Escherichia coli, bacteria ubicua que abunda especialmente en el aparato digestivo de los animales.

 la fermentación butírica también tiene dos modalidades: la que, a partir de una molécula de glucosa, produce ácido butírico y CO2 (Clostridium butyricum, Butyribacterium butyricum,...) y la butanolacetónica, en la que, a partir de 2 moléculas de glucosa, se obtiene butanol, 2-propanona (acetona), CO2 e hidrógeno gas (Clostridium acetobutyricum). La fermentación láctica también presenta a su vez dos modalidades: la homoláctica, en la que la lactosa es convertida en ácido láctico (empleada en la fabricación de yogures y quesos), y la heteroláctica, reacción similar a la anterior, pero que produce además etanol (aplicada en la elaboración de leche de yegua fermentada y sauerkraut, por ejemplo). Bacterias del ácido láctico son Lactobacillus lactis, L. bulgaricus, L. casei, Leuconostoc mesenteroides, Bifidobacterium bifidum (que produce además, acetona),... desde el punto de vista evolutivo, las lactobacterias debieron haber radiado durante el periodo Triásico (hace unos 250 m.a. a unos 200 m.a.), cuando las hembras de los primeros mamíferos desarrollaron glándulas mamarias. Las levaduras no pueden degradar polisacáridos como el glucógeno, el almidón, la lignina o la suberina (como sí pueden hacer Erwinia amylovora, mixobacterias, etc) y precisan de su previa hidrólisis en el medio externo. Ésto puede significar que ya evolucionaron en el Proterozoico, antes de la evolución de los organismos pluricelulares. La fermentación de prótidos produce ácidos orgánicos, amoníaco y dióxido de carbono (Clostridium sticklandi, C.histolyticum, C. botulinum, C. tetani, C. perfringens, Bacillus coagulans,...) y la fermentación de ácidos nucleicos da glúcidos (que se catabolizan vía glucolisis), ácido ortofosfórico, etanoato, amoníaco y CO2 (Clostridium acidurici, C. cylindrospermum, C. purinilyticum,...). Sin embargo, la respiración aerobia es energéticamente menos costosa (una molécula de glucosa es oxidada con 6 de oxígeno para almacenar energía química en el organismo y se producen 6 moléculas de dióxido carbónico y 6 de agua).



Leuconostoc mesenteroides, una firmicota lactobacilal.

 En sedimentos anóxicos hay bacterias sulfatorreductoras, las cuales reducen el sulfato (de origen química o de bacterias sulfurosas) hasta ácido sulfhídrico (en la reducción desasimilatoria), que pueden usar de nuevo las bacterias sulfurosas (sintrofía). El azufre en disolución acuosa (ión sulfuro) + iones metálicos puede precipitar dando diferentes minerales:

Cu+2 + Fe+2 + 2S-2 => calcopirita
Pb+2 + S-2 => galena
Zn+2 + S-2 => blenda
Hg+2 + S-2 => cinabrio
Fe+2 + 2S-2 => pirita

 En la reducción asimilatoria, se obtienen radicales sulfhidrilo (-HS) para la síntesis de aminoácidos propios, por ejemplo. Algunas bacterias que catalizan este tipo de reacciones son Desulfotomaculum nigrificans,  Desulfovibrio desulfuricans, Desulfitobacterium, Thermodesulfobacterium, etc,... En sedimentos también anóxicos y a algo más de profundidad en el sustrato, se hallan las bacterias metanógenas [(en realidad, archaeas)] usan monóxido de carbono, dióxido de carbono, ión carbonato, ión hidrógeno carbonato o incluso moléculas orgánicas sencillas de uno o dos carbonos (como metanol, ácido metanoico o ácido etanoico) para reducirlos, produciendo metano (ejemplos: Methanococcus jannaschii, Methanobacterium, Methanosarcina, Methanospirillum, Methanolobus,... En el ciclo del carbono, el dióxido de carbono atmosférico es captado por los organismos fotosintéticos y metanogénicos, pasando a la materia orgánica viva, que al morir (por ejemplo, mediante lisis provocadas por diversas circunstancias) es descompuesta por los descomponedores (fermentadores, en éste caso), liberándose de nuevo el dióxido de carbono  y también metano.



Methanococcus jannaschii

 Todos estos microorganismos se pueden localizar en medio acuático marino y continental, incluso formando capas de perifiton. En medio terrestre, las bacterias nitrofijadoras captan nitrógeno atmosférico y producen amoníaco (reducción desasimilatoria), que, a un pH algo básico, se protona (amonio, que se puede combinar con aniones para dar sales de amonio). En la reducción asimilatoria se obtienen radicales amino para la síntesis de aminoácidos propios, por ejemplo. Entre éstas bacterias las hay de vida libre, pudiendo ser aerobias (Azotobacter, Azomonas, Beijerinckia, Acetobacter diazotrophicus, cianobacterias con heterocistos,...) o anaerobias (Clostridium, Desulfotomaculum, archaeas matanogénicas, Chromatium, Chlorobium, Rhodobacter, Heliobacterium,...), simbióticas de plantas leguminosas (Rhizobium leguminosarum, Bradyrhizobium, Sinorhizobium,...), que debieron adaptarse en el periodo Cretácico como mínimo, pues es cuando evolucionaron las embriofitas, y simbióticas de no-leguminosas (Franckia; para su evolución, considerar la misma idea anterior). Algunas plantas realizan el uptake de nitratos directamente, previa nitrofijación y nitrificación por parte de las bacterias correspondientes. Las bacterias nitrificantes toman el amonio y producen nitrato, pero se dividen en dos grupos para completar ésta reacción: las nitrificantes del grupo nitroso son las que captan el amonio y lo oxidan a hidroxilamina y a nitrito (Nitrosomonas, Nitrosospira, Nitrosococcus,...) y las nitrificantes del grupo nitro acaban de oxidar el nitrito a nitrato (Nitrobacter, Nitrospira, Nitrococcus,...), nutriente que captan las plantas, directamente o cedido por sus bacterias simbiontes, alojadas en nódulos radicales. Las bacterias del suelo aerobias del género Bacillus y las anaerobias del género Clostridium generan una estructura muy resistente llamada espora bacteriana.



Chromatium okenii

Las bacterias desnitrificantes reducen el nitrato al tiempo que oxidan glucosa (respiración anerobia del nitrógeno), obteniéndose secuencialmente nitrito, monóxido de nitrógeno, óxido de dinitrógeno y nitrógeno gas, que retorna a la atmósfera (además de dióxido de carbono y agua). Algunas de éstas bacterias realizan alguno de los pasos intermedios (Escherichia coli solo reduce el nitrato a nitrito) y otras, como Paracoccus denitrificans, realizan la reacción completa. Existen archaeas capaces de oxidar anaeróbicamente el amonio al tiempo que reducen el nitrito a nitrógeno gas (produciéndose, como no, agua), reacción que se denomina anammox (de ANaerobic AMMonium OXidation). El ejemplo típico es Brocadia anammoxidans.

 Otro tipo de quimiolitotrofía es la practicada por las bacterias del hidrógeno, en la que un mol de hidrógeno gas + un mol de oxígeno + 6 moles de dióxido de carbono se combinan para generar un mol de glucosa (quimiosíntesis) + un mol de agua. Ejemplos: Alcaligenes eutrophus, Hydrogenophaga flava, Aquaspirillum autotrophicus, etc,... Algunas bacterias respiran materia orgánica sencilla. Es el caso de la respiración de ácido fumárico, en la que éste se reduce a ácido succínico, mientras que el ácido fórmico se óxida a dióxido de carbono (Vibrio succinogenes, Escherichia coli, Proteus,...). Los procariotas respiradores de oxígeno (aerobios) derivan de fermentadores anaerobios de gluosa. Además, en lugar de "quemar" la glucosa con nitrato, por ejemplo, en la respiración aerobia, se "quema" con oxígeno molecular, que es bioenergéticamente menos costoso. En la respiración aerobia, la glucosa, en presencia de oxígeno molecular se escinde en 6 moléculas de CO2  y 6 moléculas de agua, obteniéndose energía química. Se cree que ciertos procariotas altamente eficaces para la captación de oxígeno molecular se simbiotizaron con las primitivas células urcariotas para evolucionar como organismos eucariotas. A éstos supuestos simbiontes se les llama mitocondrias y son considerados orgánulos por la Citología.


 
Existe una bacteria, Bdellovibrio bacteriovorus, que parasita y destruye a otras bacterias gramnegativas. Las bacterias del suelo y los hongos compiten entre sí, abundando más las primeras en suelos básicos y más las segundas en suelos ácidos. Se cree que cada liquen posee su propia carga de bacteriobiontes. Los pteridófitos del género Azolla establecen relaciones simbióticas con la cianobacteria nitrofijadora Anabaena azollae. Como ya se ha comentado, las plantas leguminosas y algunas no-leguminosas establecen simbiosis con las bacterias nitrofijadoras. Otras bacterias son parasitas de plantas y animales, causándoles varias enfermedades. Agrobacterium tumefaciens infecta plantas vasculares a las que provoca un tipo de agallas vegetales que usan para nutrirse y reproducirse. Vibrio fischeri y otras bacterias bioluminiscentes se simbiotizan con animales marinos (excepto aves, reptiles y peces), alojándose en estructuras llamadas fotóforos. En el rumen de los rumiantes se localizan las ruminobacterias, que fermentan celulosa y hemicelulosa. El conjunto de bacterias simbióticas del ser humano se denomina microbioma humano. También hay otras bacterias parásitas y comensales. Ejemplos:
 

-Sistema nervioso eferente: Neisseria meningitidis (meningitis bacteriana) y Clostridium tetani (tétanos).
-Sistema circulatorio: Listeria monocytogenes (monocitosis), Brucella melitensis (fiebres de malta), Rickettsia rickettsii (fiebre manchada), Yersinia pestis (peste negra o bubónica), Vibrio parahaemolyticus, Streptococcus pyogenes, S. viridans S. mutans (todas ellas bacterias hemolíticas).
-Sistema inmunológico/piel/sistema muscular: Staphylococcus aureus (patógeno latente de las fosas nasales), Staphylococcus epidermidis (comensal inocuo y microflora normal de la piel), Mycobacterium leprae (lepra), Bacillus anthracis (ántrax), Yersinia pestis (peste negra o bubónica), Salmonella typhi (fiebre tifoidea), S. typhimurium (fiebre tifoidea de múridos), Haemophilus influenziae (gripe bacteriana), Rickettsia typhi (tifus), R. prowazekii (tifus), R. popillae (tifus de coleópteros),  Rochalimaea quintana (= Bartonella quintana, fiebre de trincheras), Erlichia (erlichiosis humana y fiebre equina de Potomac), Coxiella burnetti (fiebre Q), Clostridium perfringens (gangrena gaseosa) y muchas especies de los géneros Pseudomonas, Comammonas, Burkholderia y Ralstonia.
-Aparato respiratorio: Legionella pneumophila (legionelosis), Klebsiella pneumoniae (pneumonia bacteriana), Corynebacterium diphteriae (difteria; también ataca el digestivo superior, miocardio y piel), Chlamydia psittaci (neumonía aviar), C. pneumoniae (neumonía humana), Mycoplasma pneumoniae (neumonía), Mycobacterium tuberculosi (tuberculosis), Pseudomonas aeruginosa (fibrosis quística) y Streptococcus pneumoniae (neumonía).
-Aparato digestivo: Escherichia coli (simbiótica; algunas cepas, gastroenteríticas), Salmonella enteritidis (enterocolítica), Enterobacter aerogenes, Shigella dysenteriae (disentería bacteriana => diarrea con sangre), bacterias formadoras de biofilms en caries (Streptococcus mutans, Actinomyces viscosus,...), Helicobacter pylori (úlcera gastroduodenal), bacterias metanogénicas, lactobacterias, Vibrio cholerae (cólera), Campylobacter jejuni, Giardia lamblia (es un protozoo  flagelado del recto, que produce giardiosis) y Clostridium botulinum (botulismo).
-Aparato excretor: Proteus mirabilis (cálculos renales) y Leptospira interrogans (nefritis).
-Sistema nervioso aferente:
 ·Tacto: (=> piel)
 ·Gusto: (=> aparato digestivo)
 ·Olfato: (=> aparato respiratorio)
 ·Oído: Chlamydia trachomatis (otitis media) y Nocardia otitidis (otitis).
 ·Vista: Chlamydia trachomatis (ceguera congénita o adquirida) y Neisseria gonorroheae (ceguera de parto).
-Aparato reproductor: Haemophilus ducreyi (chancroide genital), Brucella abortus (aborto natural), Campylobacter fetus (aborto natural en el ganado), Chlamydia trachomatis (linfogranuloma venéreo), Calymmatobacterium granulomatis (granuloma inguinal), Treponema pallidum (sífilis), Mycoplasma genitalium, Neisseria gonorroheae (gonorrea), Candida albicans (es un hongo unicelular eucariota  ascomicete  que forma parte de la flora vaginal normal, pero que puede provocar candidiasis) y Trichomonas vaginalis (es un protozoo  flagelado que puede producir vaginosis).




 La cápsula bacteriana protege a las bacterias patógenas del ataque de los glóbulos blancos (leucocitos).

Treponema pallidum

La clasificación de las bacterias puede ser morfológica, metabólico-ecológica o taxonómica. La más útil es la metabólico-ecológica (la morfológica también es útil para una primera aproximación en la identificación).
Como las bacterias se reproducen por bipartición y los individuos de una colonia son clones, las mutaciones son importantes para las bacterias, ya que generan variabilidad genética y posibilidades de adaptación a un entorno cambiante. Hay agentes mutágenos físicos (radiaciones) y agentes mutágenos químicos (análogos de las bases nitrogenadas del ADN, intercalantes, alquilantes, etc,...). Pero las bacterias también experimentan procesos de parasexualidad, pues hay intercambio de material genético. Los procesos son tres: transformación, transducción y conjugación. En la transformación, fragmentos de ADN (procedentes de la lisis de otras bacterias, degradación de virus e incluso lisis de células eucariotas) son endocitados e incorporados al material genético. Si el fragmento es bicatenario se incorpora como plasmidio, que puede integrarse como episoma. Si el fragmento es monocatenario se incorpora como episoma. En la transducción un virus bacteriófago inocula su material genético a una bacteria, que se integra en el genoma bacteriano, quedando en forma inactiva. La célula bacteriana se puede dividir normalmente. En un momento determinado (debido a factores de activación), el ADN vírico se "desintegra" del genoma bacteriano e inicia un ciclo lítico. Pero como al "desintegrarse" arrastra algún gen de la bacteria, éste también se duplicará y formará parte de los nuevos viriones hijos. Cuando los nuevos virus generados infecten otra célula bacteriana, transferirán los genes de la anterior. Mientras el virus esté inactivo, la bacteria se duplicará normalmente, pero sus clones poseerán también los nuevos genes incorporados mediante la actividad vírica. Por tanto, los virus pueden actuar como motores evolutivos. En la conjugación, una bacteria con un plasmidio (máximo dos) tiende un puente citoplasmático (pilus sexual) hacia otra bacteria receptora. También, en lugar de como plasmidio, la secuencia génica se puede transferir como episoma. Como muchas veces se rompe el puente citoplasmática antes de que se transfiera todo el fragmento (conjugación interrumpida), se generan diversos tipos de células descendientes (genéticamente hablando). 


 

 En términos ecológicos, hay bacterias fotosintéticas (productores primarios), quimiosintéticas (también productores primarios), quimiolitótrofas (transformadores) y quimioorganotrofas, que se pueden clasificar en saprófitas (descomponen materia orgánica muerta, compitiendo con los hongos), simbióticas (descomponen materia orgánica que les suministran los organismos con los que han establecido la relación simbiótica, a cambio de ventajas fisiológicas) y parásitos (descomponen materia orgánica de los organismos a los que parasitan, produciéndoles enfermedades).

 Aunque sintetizan muchas toxinas (fibrolisina, toxina tetánica, leucocidina, toxina eritrogénica,...), también sintetizan muchos antibióticos (colisina, polimixina, estreptomicina, gentamicina,...), así como sus competidores, los hongos (penicilina). Los antibióticos son sintetizados para eliminar competencia, ya sean bacterias u hongos. Pero algunas bacterias son capaces de producir inactivadores de antibióticos (como por ejemplo, ß-lactamasas), a lo que los hongos responden emitiendo inactivadores de éstos inactivadores (como por ejemplo, ácido clavulánico), estableciéndose de esta forma una guerra química. Otras sustancias se utilizan para eliminar directamente a los microorganismos (cloro, iodo, etc,...), tal como radiaciones en dosis suficientemente elevadas.

 


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